Tres misiles rusos impactaron el miércoles en el centro de la ciudad de Chernihiv, en el norte de Ucrania, impactando en un edificio de apartamentos de ocho pisos y matando al menos a 17 personas, informaron las autoridades.
Al menos 61 personas, incluidos tres niños, resultaron heridas en el ataque matutino, dijeron los servicios de emergencia ucranianos, mientras los rescatistas buscaban entre edificios parcialmente demolidos y altos montículos de escombros. Chernihiv se encuentra a unos 150 kilómetros (90 millas) al norte de la capital, Kiev, cerca de la frontera con Rusia y Bielorrusia, y tiene una población de alrededor de 250.000 personas.
El último bombardeo ruso se produjo cuando la guerra se ha extendido a su tercer año y se acerca a lo que podría ser una coyuntura crítica. La falta de más apoyo militar por parte de los socios occidentales de Ucrania la deja cada vez más a merced de las fuerzas más grandes del Kremlin.
Durante los meses de invierno, Rusia no hizo ningún avance dramático a lo largo de la línea del frente de 1.000 kilómetros (620 millas), centrándose en cambio en la guerra de desgaste. Sin embargo, la escasez de municiones de artillería, tropas y vehículos blindados en Ucrania ha permitido a los rusos avanzar gradualmente, dicen los analistas militares.
Misiles rusos
Un factor crucial es el retraso en Washington de la aprobación de un paquete de ayuda que incluye aproximadamente 60.000 millones de dólares para Ucrania. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, dijo el domingo que trataría de sacar adelante el paquete esta semana.
La necesidad de Ucrania es acuciante, según el Instituto para el Estudio de la Guerra, un grupo de expertos con sede en Washington.
“Los rusos están saliendo de la guerra posicional y comenzando a restaurar la maniobra en el campo de batalla debido a los retrasos en la provisión de asistencia militar estadounidense a Ucrania”, dijo el ISW en una evaluación el martes por la noche, y agregó que “solo Estados Unidos puede proporcionar rápidamente y a escala”.
Ucrania recibió buenas noticias el miércoles del primer ministro checo, Petr Fiala, quien dijo que su país ha asegurado 500.000 proyectiles de artillería para Ucrania de países fuera de la Unión Europea. Está previsto que los primeros proyectiles se entreguen en junio.
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