El expresidente Donald Trump arremetió el sábado contra los fiscales de Nueva York y el caso penal de dinero por silencio que presentaron en su contra durante su último mitin antes de que comience el lunes lo que llamó un “juicio comunista”.
“Me veré obligado a sentarme completamente amordazado. No se me permite hablar. Quieren quitarme mi derecho constitucional a hablar”, dijo Trump, a quien se le ha prohibido hablar públicamente sobre posibles testigos y miembros del jurado, pero no sobre el juez o los fiscales.
“Estoy orgulloso de hacerlo por ustedes”, dijo Trump a una multitud en el noreste de Pensilvania. “Diviértete mirando”, publica la agencia AP.
Trump habló mientras Israel luchaba contra un ataque de represalia con aviones no tripulados de Irán que amenazaba con convertirse en una guerra regional en Medio Oriente. Después de una breve mención del ataque, que según él no habría ocurrido si fuera presidente, Trump recurrió a una larga diatriba contra sus propios problemas legales.
Persiguió al juez Juan M. Merchan, a quien calificó de “corrupto”, y al fiscal de distrito Alvin Bragg, declarándose víctima de los demócratas empeñados en bloquear su regreso a la Casa Blanca.
Trump está navegando por cuatro procesos penales separados mientras se postula para vengar su derrota ante el presidente Joe Biden, creando un remolino de caos legal y político sin precedentes.
La selección del jurado comienza el lunes en Nueva York en su juicio, donde se le acusa de tratar durante su campaña de 2016 de enterrar historias sobre relaciones extramatrimoniales mediante pagos de dinero por silencio.
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