Bad Bunny comienza este viernes una residencia de conciertos en su natal Puerto Rico con la que pretende retribuir a la isla la inspiración para su más reciente álbum «Debí Tirar Más Fotos».
Y es que el disco, que tras su estreno en enero se convirtió en el más escuchado a nivel global en Spotify y Apple Music, es un homenaje a la cultura del territorio estadounidense, que resalta los valores nacionales puertorriqueños, y se nutre de géneros como la salsa, bachata, merengue y música jíbara.
Para el artista urbano y su representante, Noah Assad, era «imposible» comenzar una gira sobre el álbum sin antes ofrecer un espectáculo memorable en suelo boricua.
«Teníamos que presentárselo primero a su gente», dijo Assad, por años uno de los colaboradores más cercanos del cantante, en una entrevista con la revista Variety.
En las residencias, un intérprete se presenta durante meses en un solo lugar y sus fans tienen que viajar para verlo. Personalidades como Adele, Britney Spears y Celine Dion han realizado presentaciones similares en ciudades como Las Vegas, en Estados Unidos, con un rotundo éxito.
Bad Bunny con 30 conciertos
Benito Martínez Ocasio -nombre real del «Conejo Malo»- decidió romper esquemas y ofrecer 30 conciertos en su tierra que se extenderán hasta el 14 de septiembre, antes de partir a un tour por América Latina, Europa y Asia.
Su idea, una vez más, es consolidar la visibilidad internacional de Puerto Rico.
La música de Benito, durante gran parte de su trayectoria, se ha diferenciado por estar profundamente arraigada a sus raíces caribeñas y latinas en general.
Y en años recientes se ha destacado por denunciar los problemas que se viven en la nación caribeña, como el desplazamiento por la gentrificación, la falta de servicios públicos confiables y una economía en contracción durante las últimas dos décadas.
«Estamos tratando de seguir la naturaleza del álbum y preservar las tradiciones puertorriqueñas en todos los aspectos de lo que hagamos», añadió el propio Bad Bunny en una conversación también con Variety.
Más de 400 mil boletos vendidos
Con más de 400 mil boletos vendidos, cerca de tres cuartos de ellos en solo cuatro horas, el ciclo de conciertos, titulados «No me quiero ir de aquí», podría generar un impacto aproximado a los US$200 millones para la economía local, según Discover Puerto Rico, una organización sin fines de lucro que recibe dinero público y que se dedica a promover la imagen de la isla a nivel internacional.
Los números, de acuerdo con la entidad, y con una economista consultada por BBC Mundo, son conservadores, y el beneficio podría ser mucho mayor.
Además, de ser exitosa, la serie de conciertos puede posicionar a Puerto Rico como un destino para otros artistas que buscan realizar eventos similares y también servir de «escuela» para una fuerza laboral local dedicada al turismo, industrias creativas y otros sectores que no están acostumbrados a trabajar en eventos de tal magnitud.
Más información en BBC News Mundo.
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