En Venezuela, existe una leyenda urbana que ha sido transmitida de generación en generación. Ésta sigue causando miedo y curiosidad entre quienes conducen la carretera Caracas – La Guaira. Se trata de la novia de la carretera, que no es más que el fantasma de una mujer vestida con un traje nupcial blanco. Le aparece en la noche a los conductores que transitan solitarios por la carretera vieja que une ambas ciudades.
La historia de la novia de la carretera se remonta a los años 50, cuando aún no existía la actual autopista que facilita el viaje entre la capital y el litoral de Venezuela.
¿Qué le pasó a la novia de la carretera?
Cuenta la historia, que una hermosa joven caraqueña llamada María José Cárdenas se enamoró de un hombre de La Guaira y decidió casarse con él a escondidas de su madre, que no aprobaba su relación.
El día de la ceremonia, María tomó un taxi en Caracas con su vestido de novia y se dirigió al lugar donde la esperaba su prometido. Sin embargo, el destino le jugó una mala pasada porque el carro se accidentó en medio de la carretera y la futura esposa tuvo que bajarse a pedir ayuda.
En medio de desespero, María aceptó subirse al primer carro que se paró para llevarla La Guaira donde la esperaba su prometido. Lo que no sabía era que el conductor estaba pasado de trago. Debido a esto perdió el control en una curva, provocando así un fatídico accidente que acabó con sus vidas.
Desde entonces, se dice que el espíritu de la novia vaga por la carretera vieja, buscando un conductor bondadoso que la lleve hasta La Guaira, donde su amado aún la espera para casarse.
Entre dimes y diretes
Algunos testigos afirman haber visto la silueta de novia de la carretera a la orilla de la vía, haciendo señas con la mano para pedir un aventón.
Otros dicen que se les ha aparecido en el asiento trasero del carro, diciéndoles «en esta curva me maté yo». Y que antes de desvanecerse deja un ramo de flores.
Hay quienes dicen que ella es solo un espíritu pasivo, que espera encontrarse con la buena voluntad de alguien que la lleve a encontrarse con su amor. Sin embargo, cuentan que no es tan compasiva con los conductores ebrios.
A los que manejan pasados de tragos por la vía, expresa su «en esta curva me maté yo», seguida de un susto para que pierdan el control y con ello la vida.