El Lago de Valencia, está ubicado entre el estado Carabobo y el estado Aragua. También se le conoce con el nombre de Lago de Tacarigua y representa uno de los volúmenes de agua dulce más grandes de Venezuela, después del lago de Maracaibo. Donde surgió la historia de el leviatán del Lago de Valencia.
En torno a este lago han surgido infinidad de relatos, mitos y leyendas provenientes de los habitantes de las localidades que lo circundan. Las leyendas van desde creaturas anfibias que salen cada cierta temporada hacia la superficie, autos anfibios desaparecidos, hasta extrañas naves que sobre vuelan la ciudad y terminan por ocultarse en lo más profundo del lago.
Creaturas humanoides
En 1993 unos antropólogos del estado Mérida se hicieron presentes para realizar una observación directa en las concentraciones de petroglifos que están ubicados en el occidente de Carabobo. En realidad, estos investigadores se movilizaron sobre todo para visitar los geoglifos (únicos registrados en el país por lo menos para ese momento) que estaban ubicados en el municipio Montalbán y otro en la parroquia Simón Bolívar del municipio Bejuma.
Este último, por cierto, localizado en una montaña consistía en unos círculos concéntricos con un diámetro de más de 57 metros. Lo cierto, es que en las mesas de trabajo que se realizaron para sistematizar lo observado y recoger las impresiones de la comunidad se recibió la visita de un curioso invitado. Al parecer un campesino que había venido de otro municipio y que se manifestó interesado en el tema.
Este hombre logró, con sus relatos atrapar la atención de quienes estaban en la actividad. El hombre contó acerca de una especie de creaturas humanoides capaces de respirar bajo el agua y que de vez en cuando los lugareños los habían visto rondar por las cercanías a la localidad.
Supuestamente estos seres tenían una gran capacidad para estar bajo el agua, muy superior a los humanos, pero verdaderamente vivían en una superficie que existía llegando a unas cavernas en las grandes profundidades del lago de Valencia.
El leviatán del Lago de Valencia
Asimismo, contó que se topó con una especie de monstruo acuático similar a un gran calamar. Según lo que relató, el gran animal se le vino encima y mientras trataba de huir uno de los tentáculos del gigantesco animal lo golpeó, causándole una fractura en uno de los brazos.
Aquel acontecimiento fue reflejado en primera plana en el diario Últimas Noticias con este titular: El Leviatán del lago de valencia. Claramente aquí los antropólogos no pudieron evitar elevar el tono de su risita al juzgar como “cosas de campesinos”, todo lo que escuchaban.
Sin embargo, la risita se transformó en un gesto de seriedad cuando el anciano sacó identificaciones que lo acreditaban como buzo durante la época del gobierno de Marcos Pérez Jiménez. Desde ese momento los antropólogos querían ocupar los primeros puestos para no perderse detalle de los relatos de aquel anciano.