El gran hermano digital: ¿Estás listo para esta revisión total?
El Gobierno de Estados Unidos ha puesto en marcha un ambicioso y polémico plan: ampliar la vigilancia y el control de antecedentes de millones de turistas. ¿El objetivo? Que los visitantes se sometan a una exhaustiva evaluación de sus redes sociales antes de que se les permita pisar suelo norteamericano. EEUU exigirá 5 Años de tu Historial en Redes Sociales.
Lo que deberás entregar (y por qué genera preocupación)
La propuesta de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) es clara y contundente: cualquier persona que desee visitar el país, con o sin visa, estaría obligada a entregar información sensible.
Esto incluye, ni más ni menos, que cinco años de tu historial en redes sociales. Sí, hablamos de tus publicaciones, interacciones y todo lo que has compartido.
Pero la cosa no termina ahí. La entrega de estos datos será «obligatoria». Además, se requerirán otros detalles de los últimos cinco años: direcciones de correo electrónico, números de teléfono, y hasta los nombres, direcciones y cumpleaños de tus familiares.

Un futuro con selfies y biometría
Actualmente, el proceso ESTA (Autorización Electrónica de Viaje) pide datos básicos, pero la CBP quiere ir mucho más allá.
Proponen añadir una selfie a la solicitud y aumentar la captura de datos biométricos. Esto podría involucrar no solo rostro y huellas dactilares (que ya se registran al llegar), sino también ADN e iris. Un paso gigante hacia el control total en la frontera.
El debate está servido
La medida ha generado controversia, y no es para menos. Los cambios propuestos están abiertos a consulta pública por 60 días, pero algunas embajadas ya están sugiriendo a los viajeros configurar su privacidad de redes sociales como «público» para facilitar las verificaciones.
De hecho, ya existen reportes internacionales de viajeros a quienes se les ha negado la entrada a EEUU por publicaciones encontradas en sus dispositivos. A pesar de las promesas de «restaurar la libertad de expresión», esta medida plantea grandes contradicciones sobre el futuro de la privacidad y la libertad de expresión en el entorno digital.




