El jengibre es una de las especias más saludables (y deliciosas) del planeta y está estrechamente relacionada con la cúrcuma, el cardamomo y el galangal. Se puede usar fresco, seco, en polvo o como aceite o jugo. Es un ingrediente muy común en las recetas. A veces, se agrega a alimentos procesados y cosméticos.
Entre los beneficios resalta que puede ayudar a combatir infecciones y es alto en gingerol, una sustancia con potentes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Por otro lado, ayuda a mejorar malestar por náuseas incluidas las relacionadas con la quimioterapia, las náuseas después de la cirugía y las matutinas.
El jengibre puede desempeñar un papel en la pérdida de peso, mejora la indigestión crónica, es eficaz para combatir los síntomas de la osteoartritis. Hay algunos estudios que muestran que es eficaz para reducir los síntomas de la osteoartritis, especialmente la de rodilla.
El consumo de esta especia puede reducir drásticamente los niveles de azúcar en la sangre y mejorar los factores de riesgo de enfermedad cardíaca, además contiene una sustancia que puede ayudar a prevenir el cáncer, el gingerol, que parece tener efectos protectores contra el cáncer. Puede mejorar la función cerebral y proteger contra la enfermedad de Alzheimer.
¿Cómo incluirlo en la dieta diaria?
Podemos incorporarlo en la cocina de muchísimas formas:
- En limonadas y zumos: limonada con jengibre, zumos como el zumo de piña, jengibre y cúrcuma, cava de frutas, zumo espitulante, zumo anticáncer, etc.
- En batidos o smoothies: como en el batido verde hecho con la Vitamix, en el smoothie de manzana y especias, en el batido verde Nolla, o en el batido británico Pimm’s.
- Como parte de sopas y cremas: como en la crema de zanahoria con jengibre o la crema de chirivías y jengibre.
- Muy utilizado en platos de inspiración oriental: como el wok de arroz y verduras, el saag chana,
- En otros platos con toque exótico como el caviar de zanahoria y jengibre o las croquetas de garbanzos y arroz.
- En postres: muy apreciado en las galletas de jengibre, pan de jengibre, bizcocho de zanahoria o galletas alemanas Lebkuchen.
Una manera muy fácil de aprovechar las propiedades medicinales del jengibre es tomarlo en infusión: verter agua caliente en una taza con un trozo pelado y rallado de la raíz, y servir con miel y/o limón. La infusión de jengibre se recomienda como remedio para resfriados y fiebre. Además de actuar como antiinflamatorio natural, potente digestivo y antiséptico.
En conclusión el jengibre está cargado de nutrientes y compuestos bioactivos que tienen beneficios poderosos para el cuerpo y el cerebro. Es uno de los pocos superalimentos realmente dignos de ese término.