Algunos estudios indican la jardinería es beneficiosa para la salud. Aseguran que reduce los niveles de ansiedad y depresión. Otras investigaciones han descubierto un aumento de la confianza y la autoestima entre quienes cuidan plantas. Se dice que pasar 30 minutos trabajando en el jardín minimiza los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Los expertos creen que la jardinería puede mejorar la salud mental de varias maneras. En primer lugar, la actividad física en sí es una forma bien establecida de mejorar el estado de ánimo. Además, muchas personas afirman experimentar un sentido y un propósito cuando cultivan un huerto, lo que contribuye en gran medida al bienestar.
También la jardinería, especialmente en jardines comunitarios o huertos, puede ayudar a las personas a establecer vínculos sociales y combatir la soledad.
La jardinería y sus beneficios
Fortalece el sistema inmunológico. El contacto físico con plantas puede tener efectos beneficiosos, incluso curativos. Ese impacto positivo sobre el sistema inmunológico es mayor cuando se practica al aire libre. Esto es así porque al recibir la luz del sol aumentan los niveles de vitamina D, que interviene en diferentes procesos del sistema inmunológico y ayuda a absorber el calcio, entre otras funciones.
Ayuda a mantenerse en forma. La jardinería y el cuidado de cultivos es una actividad que implica movimiento físico aeróbico. Aunque es cierto que depende de cada tarea, hay algunas que pueden llegar a ser realmente vigorosas. De hecho, unos 45 minutos dedicados a esta actividad equivalen a una media hora haciendo ejercicio.
Promueve una alimentación más saludable. Estar en contacto con el mundo vegetal y contar con un pequeño huerto o árboles frutales puede ser muy beneficioso para la alimentación. Por un lado, cuidar de ellos te hará valorar mucho más este tipo de alimentos y aumentar su consumo, lo que tiene un impacto directo para salud. Por otro, permitirá que tu alimentación sea más sostenible, porque una parte de esta provendrá del cultivo propio.