Ángel Barajas no solo marcó un hito en los Juegos Olímpicos de París 2024, al convertirse en el deportista latinoamericano más joven en colgarse una presea en unas justas, sino que demostró que los sueños, con trabajo, disciplina y mucha dedicación, se pueden cumplir.
Con el mismo puntaje del japones que logró la medalla de oro, el nacido en Cúcuta obtuvo la medalla de plata, solo por algunas milésimas menos en el ítem de ejecución, y abrió el camino para que jóvenes gimnastas como él, sigan esa senda.
Este 6 de agosto, ya con su medalla en el cuello, arribó a la tierra que lo vio nacer, no solo como persona, sino como deportista, y recibió el cariño de todas esas personas que vibraron con él en los JJ.OO.
Junto a su equipo de entrenadores, liderados por el reconocido Jairo Ruiz, llegó a la perla del norte en las horas de la tarde de este 6 de agosto y encendió la euforia entre todos los ciudadanos.
Montado en el carro de bomberos de la ciudad, al joven deportista de 17 años lo ovacionado todos sus seguidores que, orgullosos, no dejaron de aplaudirlo y agradecerle por dejar la sangre santandereana en lo más alto, misma que también comparte con varios de los atletas que también estuvieron en las justas.
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El recorrido que hizo la caravana se realizó desde el aeropuerto Camilo Daza de la ciudad, hasta el Teatro Las Cascadas, en donde se espera, se le realice un homenaje. Durante el recorrido, Ángel Barajas también pudo compartir con su familia y compartir su logro que, directamente, también es de ellos.
Ángel Barajas en Cúcuta
Hay que recordar que, por recibir una distinción de esta categoría en unos Juegos tan importantes, el atleta no solo recibirá un jugoso premio económico (más de 190 millones de pesos), sino que ya aseguró una pensión como «gloria del deporte» cuando cumpla los 50 años, estímulo que alcanza los 8 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Fuente: Las dos Orillas