Caminando por una zona pantanosa junto a dos policías armados y música heavy metal de fondo, el fiscal general de Florida, James Uthmeier, dice en un video publicado en sus redes sociales que en ese humedal se establecerá un centro de detención para migrantes indocumentados.
Uthmeier explica que el estado de Florida, bajo el control político de los republicanos, ha estado apoyando al gobierno de Donald Trump en su política de deportaciones y en la búsqueda de nuevos centros para albergar detenidos.
«Creo que este es el mejor: lo llamo el Alcatraz de los caimanes», dice el fiscal, refiriéndose a la prisión federal de máxima seguridad que funcionó en la bahía de San Francisco entre 1934 y 1963.
«No es necesario invertir tanto en el perímetro. Si la gente sale, no les espera mucho más que caimanes y pitones«.
La construcción del nuevo centro de detención, cuyas obras comenzaron esta semana, supone una readaptación del Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, ubicado a unos 70 kilómetros del centro de Miami, en medio de los Everglades, un humedal subtropical de gran importancia ecológica que alberga un parque nacional con el mismo nombre declarado por la Unesco como Reserva Internacional de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad.
Siguiendo la carretera US-41 Oeste, también conocida como el Sendero Tamiami, viajamos desde Miami hasta la entrada del aeropuerto siguiendo un camino sorprendente por su belleza escénica.
«Alcatraz de los caimanes»
Lleno de mosquitos y con un calor de verano agobiante, conseguimos avanzar apenas unos metros en el interior del recinto hasta que, como habíamos imaginado, un guardia en una camioneta nos bloqueó el acceso.
Instalados en la entrada de la propiedad, observamos un desfile constante de camiones transportando carpas, materiales de construcción, baños portátiles y otras cargas difíciles de identificar.
Parecía evidente la urgencia por habilitar el centro de detención lo antes posible.
De pronto, un rápido movimiento en el agua de un pequeño canal que corre justo a la entrada del recinto, seguido por un sonido proveniente de la vegetación, nos hizo preguntarnos si se trataría de peces, víboras o los cientos de caimanes que merodean por el humedal y que ocasionalmente se acercan al camino.
Poderes de emergencia
Si bien la propiedad donde está emplazada la pista de aterrizaje pertenece al Condado de Miami-Dade, la decisión de convertirla en un centro de detención fue tomada por las autoridades del estado de Florida en virtud de una orden ejecutiva emitida en 2023 por el gobernador Ron DeSantis, invocando poderes de emergencia para contener el flujo de migrantes indocumentados.
El nuevo centro, que según el fiscal Uthmeier tendrá una capacidad para recibir a más de mil detenidos y comenzará operaciones en el mes de julio, se está convirtiendo rápidamente en uno de los símbolos más controvertidos de la ofensiva migratoria del gobierno de Trump.
Y no es el único. Decenas de otras instalaciones están siendo acondicionadas con el mismo propósito, dado que el gobierno necesita una infraestructura carcelaria que le permita albergar a los detenidos, mientras consigue acelerar el ritmo de las deportaciones.
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